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lunes, 17 de mayo de 2021

7 saberes de la Educación Ambiental para la escuela (III): Enseñar la Condición Humana

*Serie de entradas del blog con las reflexiones de Marta, docente veterana del proyecto CEHS en el CEIP San Francisco, a raíz de su participación en el Curso "7 Saberes de la Educación Ambiental para la Escuela" de la Universidad de Verano del País Vasco, dirigido por nuestro compañero de ESenRED, Jose Manu Gutiérrez Bastida. El hilo conductor del curso fue el enunciado de los "7 Saberes necesarios para la Educación del Futuro" de Edgar Morin (1999), que sirve para ir desarrollando su pertinencia actual en cuanto a la Educación Ambiental por sendos invitados, todos ellos referentes en su campo. A continuación están las reflexiones de Marta y al final, la carta de presentación de la ponente, con enlaces de interés. Buscamos con esto la posibilidad de una reflexión compartida "en diferido" a través de una compañera docente de la red, por un lado, y el dar a conocer a pensadores de la Educación Ambiental que incrementen nuestro "fondo de armario" educativo para los técnicos y docentes que estamos en el Proyecto CEHS.



“EL MUNDO DEL FUTURO SERÁ UN MUNDO INTERDEPENDIENTE DE VOLUNTADES GENEROSAS O NO HABRÁ FUTURO”

Todas y todos en algún momento de estos tristes momentos que vivimos hemos pensado que la naturaleza nos está ofreciendo una llamada al cambio y brindando una oportunidad de transformar nuestra manera de estar en el mundo.

En esta línea, Alicia Puleo nos invita en la tercera ponencia del curso “Los siete saberes de la educación ambiental en la escuela” a reflexionar como la crisis ecológica en la que estamos inmersos nos lleva a plantearnos quiénes somos y a dónde vamos, partiendo de la pregunta: ¿Qué nos ha llevado a esta situación?

Evidentemente, si la situación de colapso actual es fruto del concepto que nos hemos construido como seres humanos y de los grandes relatos sobre la existencia dados hasta ahora, es el momento de pensarnos de otra manera, teniendo en cuenta que como destaca Edgar Morin, uno de los siete saberes esenciales para la educación del futuro es enseñar la condición humana, por lo que es el momento de redefinirnos.

Educativamente, este saber implica partir del conocernos, como individuos, como sociedad y como especie, lo que dota de lógica y sentido al proceso educativo, porque para poder conocer el mundo y las diferentes relaciones existentes que hemos compartimentalizado en disciplinas, primero tenemos que conocernos a nosotras y nosotros mismos, como seres y como grupo. Algo básico a trasladar a la práctica de nuestras aulas.

Y en este REDEFINIRNOS COMO ESPECIE HUMANA, es donde entra como concepto fundamental la INTERDEPENCIA existente entre diferentes elementos:

  • Entre las humanas y humanos presentes

  • Entre las humanas y humanos pasados

  • Entre las generaciones venideras

  • Más allá de la especie humana, entre los seres no humanos

  • Y en el interior de los ecosistemas

Teniendo en cuenta que estas relaciones no siempre son reconocidas, ni siquiera el lazo entre humanos, entre otras cosas, por las desigualdades existentes, por ejemplo, entre los masculino y lo femenino, en la escuela debemos trabajarlo tanto como concepto, como vivencia, ya que entender la interdependencia va a ser fundamental tanto a nivel cognitivo, para entender el funcionamiento de la sociedad; tanto a nivel social, para alentar la solidaridad; como desde el punto de vista individual, para el desarrollo de una ética de la justicia y del cuidado.

Y esto implicaría en la práctica aplicar políticas educativas diferentes a las existentes hasta ahora, viviendo modelos pedagógicos humanos donde la consciencia de la necesidad de las relaciones esté presente en el aula y en los centros para construir el día a día, tanto a nivel organizativo como curricular.

Aunque llegados a este punto entramos en una situación bastante conflictiva: estando inmersos en un modelo de sociedad neoliberal, donde el concepto del ser humano se ha visto reducido al de “homo economicus”, haciéndonos creer que somos independientes de l@s demás, incluso en competencia con ell@s, ignorando de esta forma etapas de nuestra vida, como la infancia y la vejez, donde necesitamos de los cuidados, hemos de tener en cuenta que nuestro sistema educativo es parte de todo ello. Es decir, como señala Alicia Puleo: “la interdependencia como dimensión del ser humano no tiene cabida en el sistema neoliberal”.

Ante este dilema es el momento de tener en cuenta que las voluntades infinitas en un mundo finito no es sostenible y debemos atender a nuestra responsabilidad como seres, como especie y como educadores, movilizándonos para transformar la educación presente. 

Y para ello, uno de los aspectos fundamentales a tener en cuenta en la práctica es la EDUCACIÓN ECOLÓGICA EMOCIONAL, donde teniendo en cuenta los conocimientos científicos, también se aprenda a amar la naturaleza, visibilizando “el poder del amor”, necesario para aprender las relaciones existentes en los ecosistemas y eliminar los rasgos de inferioridad entre seres (humanos- no humanos, hombres-  mujeres), así como las injusticias ecosociales.

“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos” (Eduardo Galeano)


Sobre la ponente:
Alicia Puleo

Alicia H. Puleo (Universidad de Valladolid). Filósofa, profesora y escritora. Doctora en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y Catedrática de Filosofía Moral y Política en laUniversidad de Valladolid.

Asimismo, es miembro del Consejo de la Cátedra de Estudios deGénero de esa misma Universidad y del Consejo del Instituto de Investigaciones Feministas dela Universidad Complutense de Madrid. En esta última Universidad, ha formado parte delseminario pionero en filosofía y feminismo creado por Cèlia Amorós y ha dirigido los cursos Feminismo y Ecología y Discurso sobre la sexualidad y Crítica Feminista. Desde el año 2014, esla directora de la colección Feminismos de Editorial Cátedra.




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